Renato es un joven
inteligente, guapo y con grandes deseos de superación. Proviene de una familia modesta,
sencilla y muy trabajadora.
Su padre, don José,
labora de oficinista para la municipalidad de la comunidad. Su madre, doña María,
se ocupaba de los menesteres del hogar.
Renato empezó a estudiar
en el colegio cercano a su casa; sin embargo, se sentía insatisfecho de la
pobreza que albergaba a su familia, él envidiaba a sus compañeros cuando los
escuchaba hablar de ropa de marca, que tenían aparatos de última tecnología y
otras muchas cosas más.
Un día se le presentó
la oportunidad de trabajar con su padre y se sintió muy feliz, pero no era del
todo por el trabajo, sino porque al fin se haría realidad su sueño de tener
todo lo que ambicionaba.
Con sus primeros
salarios compró cosas que nunca había tenido debido a su pobreza, su madre le
aconsejaba diciéndole que eso no daba la felicidad; sin embargo, Renato cada
día era más consumista, lo deslumbraba la publicidad y la apariencia.
Después de dos años, don
José se enfermó gravemente y Renato tuvo que hacerle frente a las obligaciones
de la casa. La enfermedad de su padre avanzaba aceleradamente y el dinero no
alcanzaba, por lo que Renato se vio en la necesidad de empezar a vender algunas
de las cosas que había comprado, por supuesto, en contra de su voluntad.
Doña María, por su
parte, sufría al ver que su hijo pasaba lamentándose y reprochándole la
situación que pasaban. Una mañana de tantas, Renato vio que no estaba listo su desayuno
como todos los días y fue en busca de su madre para reclamarle y la encontró
tendida sobre el cuerpo de su padre sin vida. Ambos habían muerto. Renato se
sintió muy solo y triste, lo había perdido todo, no había valorado los
maravillosos padres que tenía ni el amor que le habían dado.
Las cosas materiales,
se podían adquirir de nuevo, pero el amor y el cuidado que le dieron sus padres
no lo podía adquirir con dinero.
Yannel Jiménez González
Comunicación y Lenguaje
Carné: B23453
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